“Que
tu espíritu viva, que puedas gastar millones de años,
tú
que amas Tebas, sentado de cara al viento del Norte,
con
los ojos llenos de felicidad”.
Extracto
traducido del vaso de alabastro de la tumba de Tutankhamon.
Christiane Desroches-Noblecourt. |
“La
gran dama del Nilo”, así le rendía homenaje el expresidente
francés Nicolas Sarkozy a la egiptóloga Christiane
Desroches-Noblecourt tras conocer el pasado 23 de Junio de 2011 su
muerte a la edad de 93 años. Su amor por Egipto no sólo le llevó a
convertirse en una reputada egiptóloga de renombre, sino que también
jugo un papel importante en la lucha por la preservación de los
templos nubios, actualmente unos de los principales atractivos
turísticos del país, que se hubieran perdido para siempre a
consecuencia de la construcción de la presa de Asuán.
Nació
en Sézanne en la región de Champaña-Ardenas, en Marne (Francia) en
1913. Aun con un pie en la niñez, la noticia del descubrimiento de
la tumba de Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón popularmente conocido como el
faraón Tutankamón perteneciente a la XVIII dinastía ( c. 1336 a
1327 a. C), causo una fuerte impacto en ella, que cuando tuvo la edad
necesaria se unió al departamento de antigüedades egipcias del
museo de Louvre (musée du Louvre) respaldada por Étienne Drioton (
21 de noviembre de 1889 - París, 17 de enero de 1961) clérigo y
egiptólogo francés fue Director General de Antigüedades de Egipto
(1936-53), Director del CNRS y Consevador Jefe del Museo del Louvre
(1952-61).
Como
mujer, Christiane Desroches-Noblecourt sabía que debía esforzarse,
pues la disciplina de la egiptología aún era un campo destinado
únicamente al sector masculino.
A
la edad de veinticinco años dirigió la que sería su primera
excavación arqueológica. Noblecourt había logrado convertirse en
la primera mujer del Instituto francés de arqueología oriental
(IFAO).
La
preservación de antigüedades.
Comprometida
con la preservación del patrimonio egipcio, Noblecourt, al igual que
otros egiptólogos, arqueólogos y arquitectos de la época, se opuso
firmemente a la construcción de la famosa y polémica presa de
Asuán, cuya edificación fue erigida entre los años 1902 y 1934
para satisfacer la demanda de agua potable de una población cada vez
en mayor expansión.
El
escritor francés y oficial de la marina Julien Viaud, más conocido
por el sobrenombre de Pierre Loti, (14 de enero 1850- 10 de junio
1923), hizo saber públicamente su oposición contra la primera presa
de Asuán afirmando:
La
mayor parte de los antiguos templos de Nubia serán subacuáticos...
¡Pero
los campos de algodón serán tan productivos!
Pierre
Loti
Bajo
el gobierno de Gamal Abdel Nasser, la nueva presa tendría la
capacidad de albergar 157 mil millones de m3, y con una extensión de 500kilómetros de largo que cubriría la
zona de Sudán. El colosal proyecto fue elevado a la categoría de
faraónico.
Templos
como el de Abu Simbel, el de Debod (actualmente en España) se
habrían perdido para siempre de no ser por el enorme trabajo llevado
a cabo por la Unesco, Noblecourt y arqueólogos, egiptólogos,
arquitectos, que pusieron todo su empeño y esfuerzo en salvar los
monumentos.
Con
la llegada de la II Guerra Mundial (1939 – 1945),
Christiane Desroches-Noblecourt se unió a un grupo de resistencia
para la preservación de los tesoros egipcios del Louvre. Los objetos
se enviaron a diferentes zonas de Francia.
El
8 de Marzo de 1960 el Ministro de Cultura Sarwat Okasha hizo una
petición formal en la que solicitaba la ayuda Internacional para la
conservación de catorce templos y la realización de excavaciones
urgentes que pronto estarían sumergidas bajo las profundas aguas.
Tras
las tensiones generadas a consecuencia de la II Guerra Mundial el
equipo de salvación se enfrentaba a otro problema aún mayor: el
mundo se había sumido una vez más en las tinieblas a consecuencia
de la Guerra Fría. A pesar de la difícil situación económica,
cincuenta países aportaron fondos para la preservación de los
templos hoy en día considerados Patrimonio de la Humanidad.
El
templo de Amada. La dificultad de la preservación de sus pinturas.
El
templo de Amada fue construido durante la dinastía XVIII, bajo el
mandato del faraón Tutmosis III dedicado, a las deidades Amón y a
Ra-Horajti. Su hijo y sucesor el faraón Amenofis II, ordeno la
decoración de la edificación, adornándolo con hermosos
bajorrelieves pintados a mano.
La
separación de los bloques uno por uno era imposible. El riesgo de
verlo perdido bajo las aguas obligó a Francia a tomar una rápida
decisión alegando que ellos serían quienes financiarían el
proyecto de conservación.
Christiane
Desroches-Noblecourt solicitó entrevistarse con dos arquitectos que
le propusieron que el mejor método para mover un templo de tales
dimensiones era de una sola pieza siendo trasportado en carriles
hidráulicos.
El
proyecto fue todo un éxito, tras veinte años de trabajo. Los
templos estaban a salvo.
La
vida de una mujer ejemplar.
Noblecourt
fue una mujer de fuerte carácter, y por ello consiguió llegar a ser
quien fue. Gracias a sus esfuerzos por concienciar de la importancia
de la preservación, las relaciones con Egipto habían mejorado. En
1967, el Louvre pudo organizar una exposición sobre el joven faraón
Tutankamón, dirigida por Christiane Desroches-Noblecourt, lo que
atrajo la atención de un gran público. Pero no fue la única, hubo
más exhibiciones como la de Ramsés II en 1976 y Amenofis III en
1993.
Neferjeperura Amenhotep. |
El
pueblo egipcio, en agradecimiento por la ayuda prestada por parte del
pueblo francés por la salvación de sus templos, obsequió al Louvre
con un busto del faraón Neferjeperura Amenhotep, décimo faraón de
la dinastía XVIII más conocido como: “Akenatón. El rey hereje”.
La
pasión de Noblecourt no sólo se quedó en los museos o en la
preservación de templos, sino que fue un paso más allá y quiso
acercar al lector el estilo de vida y costumbres de una civilización
ya extinta. De manera amena y divulgativa, la propia autora
describió así sus obras:
...animar
a los lectores, sin extenderme en explicaciones eruditas ni
fatigarles con palabras altisonantes,
a
descubrir los fundamentos sobre los que se construyó nuestra
civilización occidental.
Christiane
Desroches Noblecourt
Libros.
Historia
ilustrada de las formas artísticas.
La
mujer en tiempos de los Faraones.
Pinturas
egipcias en tumbas y templos.
Ramsés
II: La verdadera historia.
Símbolos
de Egipto.
El
arte egipcio.
Las
ruinas de Nubia: La gran epopeya de la Egiptología.
El
antiguo Egipto: Nuevo imperio y período amarna.
Hatshepsut:
La reina misteriosa.
Tutankhamen:
vida y muerte de un faraón.
La
herencia del antiguo Egipto.
La
radiografía proporciona el último retrato de Tutankhamon.
Reconocimientos
por su labor en la preservación y el estudio de la civilización
egipcia.
Gran
Cruz de la Legión de Honor (2008).
Oficial
de la Orden del Mérito.
Medalla
de la Resistencia.
Comendador
de la Orden de Palmas académicas.
Comendador
de la Artes y de las Cartas.
Gran
Oficial de la Orden de Liberación egipcia.
Medalla
de oro del centro nacional francés de investigación científica
(CSCNRS) (1975).
Gran
Medalla de plata de la Unesco.
Medalla
de cobre de la ciudad de París.
Gran
Medalla de Oro de la Sociedad de estímulo al progreso.
Medalla
de plata de la Academia de arquitectura.
Este
artículo ha sido escrito por Akasha Valentine
http://www.akashavalentine.com © 2014.
Las
fuentes de información y divulgación corresponden a las siguientes
páginas citadas. La autora permite la libre divulgación de este
texto siempre que esté citada la fuente y la autoría de la misma.
Referencia
biográfica:
http://es.wikipedia.org/wiki/Christiane_Desroches_Noblecourt
http://en.wikipedia.org/wiki/Christiane_Desroches_Noblecourt
http://www.lefigaro.fr/
http://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_Loti
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tienne_Drioton
http://es.wikipedia.org/wiki/Tutankam%C3%B3n
Fuente
de la imagen.
http://en.wikipedia.org/wiki/Christiane_Desroches_Noblecourt
http://fr.wikipedia.org/wiki/Akhenaton#mediaviewer/File:Louvre-antiquites-egyptiennes-p1020399.jpg
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